San Cirilo de Alejandría

9 de febrero, festividad de San Cirilo de Alejandría, Patriarca y Doctor de la Iglesia.(380-444).- Nuestro santo sucedió a su tío Teófilo en el patriarcado de Alejandría, haciendo suyas sus diferencias con San Crisóstomo, en el concilio de Encina.- En sus días, el gobernador romano Orestes persiguió sañudamente a los judíos; y estos, en venganza, lo calumniaron de complicidad en la muerte de Hipacia.- Así y todo, San Cirilo fue el campeón de la lucha contra la herejía de Nestorio quien, como Obpo. de Constantinopla (Bizancio), impugnó el título mariológico de Teotocos Deipara, que quiere decir Madre de Dios. El Papa Inocencio I se pronunció a favor de los argumentos de Cirilo, convocando acto seguido al III concilio ecuménico de Nicea el cual, bajo la presidencia del mismo Cirilo, depuso y excomulgó al hereje.- Además, expuso con toda claridad la doctrima trinitaria y la admirable unión de ambas naturalezas en Cristo, la divina y la humana, contra el racionalismo de todos los tiempos.- Sus obras son ya exegéticas, ya dogmáticas.

San Juan de Mata

8 de febrero, festividad de San Juan de Mata.- Nuestro santo nació en la Provenza, antiguo condado y provincia histórica meridional de la actual Francia, cuando se encontraba dentro de la soberanía catalano-aragonesa.- Dado el lustre que dio a su temprana vocación religiosa se ordenó de sacerdote en París; dedicando su primera misa al cumplimiento de un anhelo que ya venía madurando desde la adolescencia, cual era la redención de los cristianos cautivos de los sarracenos. Al efecto, se asoció con San Felix de Valois tal y como se habían asociado San Pedro Nolasco con San Raimundo de Peñafort, en España, persiguiendo el mismo objetivo. Fundaron así la Orden de la Santísima Trinidad, hoy casi en extinción, cuyos estatutos aprobó el Papa Inocencio III.- Peregrinando en Roma, murió el año 1213.

San Romualdo Abad

7 de febrero, festividad de San Romualdo Abad.- Nuestro santo era natural de Ravena. hermosa ciudad italiana de la Emilia Romaña, bañada por el Adriático. En toda su existencia, tuvieron jurisdicción sobre su ciudad natal los emperadores romanos de Oriente.- LLamado por Dios a su servicio, San Romualdo, ioncorporado a los 20 años a la Orden benedictina, se dedicó a organizar una de sus ramas más ilustres, la Camáldula; palabra que proviene de Camaldoli, esto es, campo de Máldoli, quien era el anterior propietario de ese paraje toscano donde el santo abad arigió el monasterio, aún existente, a comienzos del siglo XI.- Murió a los 120 años de edad, el año 1027, en olor de santidad. El Sumo Pontífice Juan XIX, por entonces reinante, lo llamó paradigma de la caridad y humildad cristianas.

Santa Dorotea

6 de febrero, festividad de Santa Dorotea, Virgen y Martir.- Nuestra santa nació y murió en Cesarea de Capadocia, (Asia Menor). Habiéndose consagrado a Dios, esta oblata laica prefirió la muerte a la pérdida de su virginidad. Fue decapitada a comienzos del siglo IV, reinando el emperador Severo, que es cuando se registraron klas últimas persecuciones anticristianas.

San Tito

6 de febrero, festividad de San Tito, Obpo.y Confesor.- Tito fue un destacado discípulo de San Pablo, al cual acompañó en casi todos sus viajes. El Apostol de los Gentiles lo nombró Obpo de Creta y, a esa isla del Egeo, le envió una de sus famosas epístolas, que forma parte importante del Nuevo Testamento.- La colonización romana de Creta, desde el 68 AC, facilitó la cristianización del montañoso territorio y escasas llanuras, por obra de nuestro esforzado prelado del cual, dos grandes Padres de la Iglesia, San Juan Crisóstomo y y San Jerónimo, escribieron extraordinarios elogios.- Tito murió en Candia, muy anciano, el año 105 y en olor de santidad.

Santa Agueda

5 de febrero, Memoria de Santa Agueda, Virgen y Martir.- Nuestra santa nació en el regazo de una noble familia siciliana. En su juventud, profesando ya la religión cristiana, adornada como estaba de una extraordinaria belleza, fue pedida en matrimonio por el gobernador Quinciano. Al ser éste rechazado, de puro despecho y abusando del poder que tenía, ordenó el arresto y el cercenamiento de sus hermosos senos. El autor anónimo que redactó el Acta del Martirio de Santa Agueda, consigna que San Pedro se los repuso, apareciéndoselé en su celda. También agrega que sus verdugos atribuyeron el milagro a las malas artes de espíritus inmundos que se atrevían así a retar el soberbio poder de Roma. Lo cual significó que nuestra santa fuera arrastrada sobre cristales rotos y carbones encendidos. De tal atroz manera murió en Catania, el año 251, cuando la persecución del emperador Decio estaba en todo su vigor.- Con el tiempo y por varias veces su virginal sepulcro detuvo o desvió la corriente de lava del volcán Etna que amenazaba abrasar la ciudad. No por nada su nombre está inscrito en el Canon de la Santa Misa.

San Andrés Corsíni

4 de febrero, festividad de San Andrés Corsíni, Obispo y Confesor.- Nuestro santo nació en Florencia, en el seno de una noble familia que nunca fue tocada por la pobreza y por la peste; dueña de cuantiosos recursos económicos fuerza es que los aplicara a una vida facil, regalada y disipada. Peró Andrés, tocado por la gracia de Dios, renunció a todas las vanidades y frivolidades del mundo al ingresar a la Orden Carmelita.- Toda su vida de religioso se desenvolvió en los años en que el pontificado romano se confinó en Avignon. Después de su muerte, (6/I/1673), reinando Gregorio XI, se confirmó el Cisma de Occidente y el Antipapado. Sin embargo, más de una vez, tuvo que dejar la vida contemplativa de su monasterio, para restaurar la Iglesia en Cristo, ya como Prepósito en Toscana, ya como Obispo en Fiésole, o ya como legado pontificio en Bolonia. En todas estas actividades no dejó de ejercer la humildad y la más austera penutencia, para asombro de sus contemporáneos.

San Blas

3 de febrero, festividad de San Blas, Obpo. y Martir.- Este santo prelado era natural de la Armenia Prima, tal y cual Lúculo y Pompeyo la llamaron hasta que Tiberio la denominara Capadocia; provincia romana que, bajo Trajano, era bañada por el Mar Egeo, al sur, y por el Mar Negro, al norte. Su capital, Sabaste, fue sede episcopal de San Blas, quien recibió y honró la rica herencia evangélica, esparcida en Armenia por los Apóstoles y la cristianización de toda esa provincia por San Gregorio El Iluminado, bajo el apoyo del monarca seleucida, títere de Roma, Teridates II, en el siglo III..- San Blas sufrió el martirio en el 316, bajo el emperador Maximiano, en la última persecución anticristiana, cuando los destinos de la Iglesia eran regidos por el Papa Silvestre I. Hay que anotar que a Maximiano sucedió Constantino El Grande.- Nuestro santo fue muy afamado en toda la Edad media, por las curas operadas en males de garganta.

Festividad de la Purificación de la Santísima Virgen María.

2 de febrero, festividad de la Purificación de la Santísima Virgen María.- Esta fiesta es una de las más antiguas dedicadas a la Madre de Dios; y nos recuerda su mejor lección de humildad al acatar la ley mosaica por la cual presentó a su Hijo en el templo a los 40 días de nacido (25/XII-2/II) y ofrendó al Señor, dada su pobreza material, 2 palominos. Por cierto, Ella no tenía obligación de purificarse ya que era pura en el sacrosanto pensamiento de Dios desde la creación del mundo.- Por otra parte, la procesión de las candelas recuerda el tránsito iluminado que la Sagrada Familia realizó, llevando al Niño Jesús, hasta el templo de Jerusalén. Desde entonces, nos dice San Anselmo, las candelas o las velas, en lugar sagrado, representan el cuerpo de Cristo, la mecha su alma y la llama encendida su divinidad. Y a la Santa Virgen, se le ha dado también el sobrenombre bendito de la Candelaria.- Así, lo que realmente celebramos rezando el cuarto misterio gozoso del Santo Rosario es la Presentación del Niño Jesús en el Templo, predicho por Malaquías (Lectio 3,1-4).- Además, el Evangelio según San Lucas, nos hace partícipes del gozo de Simeón al cer al Salvador del mundo.

San Cecilio

1° de febrero, festividad de San Cecilio, Obispo y Martir.- Este santo prelado de Iloberri o Illiberis, (hoy Granada), en el contexto de la España románica, cristianizó todo el sur de la Península, que por entonces se le conocía por el nombre de la Bética o Baética y que actualmente es la región de Andalucía.- Respecto al imperio, la Bética dio a Roma a Trajano, el más grande de los césares, "optimus principun".- Así y todo, a Cecilio, cual era su deber, le tocó censurar el culto oficial del Estado, condenar el politeísmo grecoromano y repudiar los cultos orientales que se introdujeron en el imperio.- Apresado, torturado y ejecutado, nadie logró demostrar que no era una verdad inconcusa lo que San Cecilio sostenía, en su prédica y en sus escritos, a saber: Que el cristianismo era un gran elemento de unificación imperial, y no el elemento disolvente, político social, como por ese tiempo se le veía.

San Ignacio de Antioquía

1° de febrero, festividad de San Ignacio de Antioquía.- Nuestro santo fue el tercer sucesor, en la silla apostólica, de San Pedro de Antioquía. Enfrentándose a la religión del Estado, no pudo evitar ser alcanzado por la persecución de Trajano. Aprisionado, fue conducido a Roma para ser pasto de las fieras.- En el Introito y en la Epístola de la Misa de hoy se pueden auscultar las palpitaciones de su gran corazón: "Lejos de mí el gloriarme sino en la cruz de N.S.J., por quien el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo". "Vengan a mí el fuego, la cruz, las fieras y todos los tormentos del demonio y abrumen mi cuerpo, para que pueda yo llegar a gozar de mi Jesús". Así, San Ignacio, al oir los rugidos de los leones, exclamó: "Soy trigo de Cristo; molido quiero ser por los dientes de las fieras, para convertirme en pan sabroso a mi Señor". De tal manera sufrió el martirio el año 107.- Su nombre figura en el Canon de la Misa y bien merece que se recuerde a diario el ofrecimiento de su holocausto, obrado con tan desusada valentía.- En el viaje sin retorno, de Antioquía a Roma, escribió numerosas epístolas de las cuales se han conservado 7, que constituyen un invalorable monumento de la primitiva literatura cristiana.